Distintos referentes del Ejecutivo dieron distintas definiciones sobre sus intenciones para el próximo año. Qué puede pasar con el tipo de cambio oficial, los precios y la deuda.
Durante las últimas horas, el Gobierno empezó a mostrar algunas pistas para empezar a armar el esquema de lo que puede pasar con el programa oficial para el 2025. En este sentido, distintos referentes del Ejecutivo dieron definiciones sobre sus planes, que marcarán el pulso de la economía que viene.
Si bien se trata de algunas primeras declaraciones, impactarán en lo que suceda en los próximos meses. Y aunque aún restan detalles por conocer, las futuras medidas que puedan ponerse en marcha no están exentas de riesgos y consecuencias.
¿Salida del cepo en 2025?
Una de las medidas más esperadas por los referentes del mercado, analistas económicos y empresarios es el levantamiento del cepo al dólar. Aunque el equipo económico ya reconoció en varias oportunidades que el desarme de las restricciones se hará de forma gradual, ahora el ministro de Economía se animó a dar una aproximación sobre los plazos.
“Salir del cepo es un tema de condiciones y con el tiempo esas condiciones es van a ir mejorando. Queremos hacerlo cuando estemos 100% seguros que no va a generar un problema en la economía y así lo vamos a hacer”, dijo Caputo durante su discurso en la conferencia anual de la Fundación FIEL.
Más adelante, dio algunas proyecciones sobre lo que puede pasar con la actividad económica y reforzó: “El año que viene vamos a estar creciendo 5% o más, aún con cepo y en algún momento el año que viene vamos a salir del cepo”.
De todas maneras, a los dichos del titular del Palacio de Hacienda le faltaron más precisiones, ya que no hizo referencia a cuál sería el momento concreto durante 2025. Más adelante, Milei hizo referencia al tema y aseguró: “Si durante dos meses más repetimos números (de inflación) en esta línea, vamos a estar bajando el crawling peg a 1% y cuando repitamos tres meses de 1% vamos a estar liberando el mercado de cambios”.
Algunos economistas, por caso, ponen hoy sobre la mesa de debate dos fechas posibles para terminar con las restricciones: a comienzo de año o pasadas las elecciones de medio término. La decisión, probablemente, esté atada a la posibilidad que tenga el Ejecutivo de acumular mayores reservas o conseguir algún desembolso adicional.
Negociaciones con el FMI
Sobre ese punto y luego de la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos comenzó a tomar mayor relevancia cómo seguirán las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y si efectivamente se acordará un nuevo programa que implique el envío de más fondos.
De acuerdo a lo que comentó el propio ministro de Economía en una charla con periodistas entre los que se encontraba TN, el Gobierno empezó a dialogar con el organismo sobre la posibilidad de alcanzar un nuevo entendimiento. “Estamos hablando con el Fondo sobre un nuevo programa, pero va a llevar unos meses”, dijo Caputo a la salida de la Bolsa de Comercio.
Es decir, pese a que el funcionario aseguró que las conversaciones ya están en marcha, todavía el nuevo acuerdo no entró en el canal formal. Para llegar a esa instancia, reconoció Caputo, hay que “esperar a los tiempos burocráticos del Fondo”, por lo que es esperable que el entendimiento se concrete en 2025.
Además, todavía no se cerraron las últimas dos revisiones con el organismo, que se espera que se aprueben juntas y destraben un giro de aproximadamente US$1000 millones para la Argentina por ambas instancias.
La fecha también se vuelve un punto relevante, ya que el año que viene el país debe pagarle vencimientos por unos US$3250 millones al FMI -que tampoco girará más desembolsos desde 2025- y unos US$9500 millones adicionales a los bonistas.
Devaluación del tipo de cambio oficial
Después de que el INDEC difundió el índice de precios correspondiente a octubre -que fue de 2,7%, el más bajo desde noviembre de 2021-, el Presidente publicó un mensaje en sus redes sociales en el que aseguró que si el IPC se mantiene en senda descendente, el ritmo de devaluación mensual del tipo de cambio oficial (crawling peg), pasará del 2% actual al 1%.
“Si le restamos la inflación inducida (devaluación prefijada + la inflación internacional), la inflación monetaria viene viajando al 0,2% mensual, esto es, 2,4% anual. De confirmarse dos meses más esta inflación se bajará la devaluación mensual al 1%”, escribió Javier Milei en su cuenta de X.
Antes, el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, había deslizado una primera señal durante un evento organizado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF). Allí dijo que al comienzo de la gestión, el crawling peg perseguía el objetivo de funcionar como “ancla” para que la suba del tipo de cambio no impacte sobre los precios. Sin embargo, consideró que a medida que la inflación se desaceleró, el ritmo de devaluación del 2% mensual se convirtió en un “factor de inercia”, lo cual explicaría la decisión del Gobierno de reducirlo para que el índice de precios continúe en camino descendente.
Igualmente, Milei especificó que para bajar el crawling peg, la inflación debe acumular dos meses más en caída, es decir, que bajo ese escenario recién podría implementarse el año que viene. Asimismo, en relación con las estimaciones sobre cómo evolucionarán los precios, los analistas que releva el Banco Central especificaron que en noviembre el IPC será de 2,9% y en diciembre -un mes estacionalmente alto- se ubicará en 3,2%.
“Aun con el segundo mes al hilo con desaceleración de la inflación core, cuesta pensar que los registros del 1% mensual buscados por el gobierno puedan alcanzarse antes de fin de año, ya que persisten componentes inerciales que ralentizan la baja”, consideraron en LCG.
Sumado a esto, los economistas también advierten que la táctica que propuso el Presidente puede conllevar ciertos riesgos, sobre todo frente a la necesidad de acumular mayores reservas y la demanda de desarmar el cepo al dólar. “En un contexto de cepo cambiario el Gobierno puede bajar el crawl al 1% mensual. Lo positivo es que ayuda para que la inflación siga a la baja en tanto el mercado crea que es una política creíble y sostenible. Sobre todo en los últimos meses, eso fue lo que sucedió con la tasa del 2%”, analizó Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica.
Y enumeró: “El riesgo es que en el corto plazo el mercado no lo vea sostenible y te haga subir fuerte la brecha cambiaria, pudiendo provocar un aumento de la inflación. En tanto, si logras convencer de que es sostenible, el riesgo ya pasa hacia adelante y son las consecuencias de un dólar barato que requiere un ingreso continuó de divisas por la cuenta financiera para sostener el déficit de cuenta corriente. El día que dejan de ingresar dólares se produce una fuerte devaluación y se vuelve a acelerar la inflación”.
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