Joaquín Coto, joven iglesiano criado en Rodeo, dejó Argentina para vivir en Galicia junto a su familia y perseguir su sueño en el fútbol. Su pasión por el deporte lo llevó a integrarse en la liga gallega, donde, pese a la nostalgia por su tierra, está construyendo una nueva historia.
Joaquín Coto creció en Rodeo, donde encontró en el club San Martín de Rodeo su pasión y aprendizaje en el fútbol. Sin embargo, la situación del país lo llevó a tomar una de las decisiones más difíciles de su vida, dejar su tierra natal y mudarse a Galicia, España. A sus 22 años, junto a su madre y su padrastro de origen español, Joaquín decidió emprender el viaje al otro lado del Atlántico. Aunque al principio se resistía a la idea por sus amistades y el vínculo con su pueblo, finalmente optó por acompañar a su familia en busca de nuevas oportunidades y un futuro más prometedor.
La adaptación en Galicia no fue tan complicada para Joaquín, ya que su padrastro, conocedor de la cultura española, lo ayudó a comprender las costumbres locales, aunque admite que extraña las milanesas y las empanadas de su país. Pero más allá de la nostalgia, el joven iglesiano decidió seguir su pasión por el fútbol, iniciando pruebas en equipos de aquel país.
Apenas quince días después de llegar a Galicia, Joaquín se presentó para una prueba en el club Guardés, equipo de la segunda división regional gallega. Sus habilidades en el campo llamaron la atención, y poco después fue invitado a un amistoso con el equipo Oiense, otro club de la misma liga al que pertenece ahora. Con el respaldo y la gestión de su querido club San Martín de Rodeo, se agilizó su pase, permitiéndole formalizar su nuevo camino en el fútbol europeo.
Joaquín describe la liga regional gallega como un entorno muy técnico y planificado, bastante diferente al fútbol argentino, donde se prioriza el contacto físico y la intensidad del juego. Para él, la formación argentina le ha dado una ventaja en el aprendizaje, al estar acostumbrado a un estilo de juego más competitivo y dinámico. Sin embargo, se muestra entusiasmado por los nuevos desafíos y oportunidades que le brinda el fútbol gallego.
El joven no olvida sus raíces y espera en el futuro contribuir con San Martín de Rodeo, realizando donaciones para el club que lo vio crecer y donde se forjó como futbolista y persona. Su historia es un ejemplo de adaptación y perseverancia, uniendo los valores de su tierra natal con las nuevas oportunidades de su vida en el viejo continente. Joaquín Coto sigue soñando en grande, y su amor por el fútbol y por Rodeo lo acompañan en cada paso de su aventura en Galicia.
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