El Club Tradicionalista Hípico de Rodeo y la interminable historia de abandono, la disputa, el olvido politico y la falta de comunicación con el pueblo

Una institución histórica sumida en la desidia, la incertidumbre y la evasióna los medios de comunicación.

El Club Tradicionalista Hípico de Rodeo, que alguna vez fue un emblema de la cultura y el deporte en Iglesia, hoy es un reflejo de la inoperancia, la falta de gestión y el desinterés tanto del sector público como del privado. El predio que supo albergar grandes competencias ecuestres y eventos tradicionales, hoy es un terreno baldío cubierto de maleza, basura y con un zanjón que se ha convertido en un foco de insalubridad. Lo que debería ser un espacio de encuentro para la comunidad es ahora un símbolo de abandono, agravado por un conflicto legal en el que nadie asume responsabilidades y todos repiten excusas.

Por un lado, la comisión directiva del club sostiene que el predio les pertenece y que la Municipalidad de Iglesia no tiene derecho a intervenir en él. Sin embargo, desde la intendencia, Jorge Espejo insiste en que se trata de terrenos públicos y que, en breve, comenzará la construcción de viviendas. De hecho, el propio intendente ha afirmado que la pista de carreras de caballos, históricamente parte del club, será transformada en una calle pública. Esto confirmaría que el supuesto plan urbanístico ya está en marcha, aunque, como suele ocurrir en Iglesia, sin información clara, sin licitaciones visibles y sin respuestas a las dudas legítimas de la comunidad.

El conflicto se vuelve aún más denso cuando entran en escena los vecinos de los barrios América, Palermo y Renacer, quienes recuerdan que en la campaña de 2019, Espejo prometió que este terreno se convertiría en un parque recreativo con una pista deportiva. La idea era que allí se trasladaran todos los equipos de recreación que actualmente están en la Plaza Benita Molina, creando un espacio más amplio y funcional para la actividad física y el esparcimiento. Sin embargo, al día de hoy, ni el club hípico, ni las viviendas, ni el parque recreativo existen. Solo hay abandono, promesas incumplidas y un juego político donde el principal perjudicado es el pueblo.

El 20 de enero de este año, el presidente del Club Hípico, Poblete, aseguró que había mantenido conversaciones con el ingeniero Giuliani, director de Obras de la Municipalidad, quien le habría prometido que en un plazo de 10 días comenzaría la limpieza del terreno y del zanjón. Sin embargo, tres meses después, no se ha movido una sola piedra. A pesar de la insistencia de los medios y la comunidad, la única respuesta que Poblete ha sabido dar desde el 30 de enero es: "La próxima semana vamos a tener respuesta." Una frase que, con el correr de los meses, ha dejado de ser una expresión de esperanza para convertirse en un testimonio de la falta de seriedad con la que se manejan estos asuntos.

Para agregar más incertidumbre, la Municipalidad habría propuesto trasladar el club a un nuevo terreno, asegurando que ya han adquirido las tierras para ese fin. Sin embargo, Poblete desmiente que exista algo concreto y lamenta que todo sean palabras sin respaldo. "Nos dijeron que la Municipalidad habría adquirido nuevos terrenos para trasladar el Hípico, pero hasta ahora todo son palabras. No tenemos nada en concreto", afirmó en enero.

Lo más contradictorio es que el propio club ha anunciado la realización de un festival de doma y folclore el 1 de mayo en el mismo predio en disputa. Esto deja en evidencia una gran incógnita: si el evento se lleva a cabo, ¿quién tiene realmente el control del terreno? ¿El club, que insiste en su propiedad? ¿La Municipalidad, que afirma que ya se está urbanizando? ¿O simplemente nadie, porque el abandono y la falta de decisiones claras han convertido este lugar en tierra de nadie?

Más allá de los discursos enfrentados, lo único cierto es que el predio sigue siendo un reflejo de la desidia. No hay viviendas en construcción, no hay parque recreativo, no hay limpieza ni mantenimiento y tampoco hay una gestión transparente que le explique a la comunidad qué va a suceder con este espacio. El intendente Espejo prometió un parque, pero hoy solo hay basura y maleza. La comisión del club hípico dice ser dueña, pero ni siquiera han logrado que se realice una limpieza básica. Y los vecinos, que esperaban un lugar de recreación, siguen viendo pasar los años mientras las promesas se las lleva el viento.