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  • Foto del escritorDiario Libre

Habló el fletero sanjuanino del caso de La Rioja: una noche de terror durmiendo junto al féretro del niño, y la historia de la profanación en Calingasta

Alberto es el fletero sanjuanino que protagonizó la espeluznante experiencia que vivió en un viaje a La Rioja y que investiga la justicia. La mujer habría robado el cadáver de su hijo "para clonarlo". Él dijo: "Si hubiera sabido nunca voy".


Que viajó también con su esposa e hijo junto a un cliente de actitud extraña desde San Juan a La Rioja, que pasaron la noche en una casa con olor nauseabundo, que no podía abrir la puerta y lo seguían a todos lados, que descubrió un cajoncito de muerto en una pieza, que le pidieron ir a buscar otro cadáver al cementerio, que le hablaron de clonar humanos. Los detalles del caso de Chañar en La Rioja que parecen sacados de una película de miedo fueron contados por el propio fletero sanjuanino, Alberto, que protagonizó la extraña situación que le tocó vivir con un viaje y que terminó denunciando en la Policía. Tras salir a la luz esta macabra experiencia que se dio días atrás, se conoció también la antigua historia detrás de ese niño dentro del féretro, que murió en Calingasta hace más de 20 años y que su madre busca revivir. "Si hubiera sabido nunca voy", dijo.


Todo comenzó en los primeros minutos del martes, a medianoche, cuando Alberto salió desde San Juan con viaje a La Rioja que había pactado con un joven. "Yo a esta familia la conozco hace mucho, se ve que tienen problemas psiquiátricos, son raros. Por ejemplo, el sobrino de la mujer esta que teníamos que hacer el flete, permanente anda vestido con ropa de las fuerzas armadas, de policía, de gendarme, tiene uniformes, tiene réplicas de armas, tiene todas esas cosas. Y la misma tía le dice 'acordate que el jefe te ha dicho que salgas con la pistola', y todos los conocen de esa forma. Se turnan ellos para vivir en La Rioja, entre la madre de él y la tía. Yo nunca había conocido la casa de La Rioja", contó el fletero en diálogo con el programa "Acento en la noticia" de Radio Sarmiento.


El trabajador contó que lo contrató el sobrino de la mujer que los esperaba en la localidad de Chañar, el que se viste con uniformes, y no quería ir solo de manera que el fletero fue acompañado con su esposa e hijo. Al llegar a cargar los elementos que le pidieron que lleve a La Rioja, una cortadora de fiambres y un freezer con puerta superior de vidrio, le llamó la atención la vivienda en San Juan. "Viven en una casa llena de mugre, de gatos, de perros. Más allá de que lo conocemos toda la vida, pero no pensaba yo que vivían así".


Así tomó el viaje y se va con su familia y el muchacho en su movilidad. Llegaron a La Rioja alrededor de las 5 y media de la mañana. Primero se quedó afuera, porque desconfiaba. Apareció de repente la tía, parada en la oscuridad, al lado de la camioneta. Lo invitaron a pasar. Él fue a chequear dentro de la casa y la vio limpia, con algún olor feo pero quería descansar para el viaje de vuelta. Decidió entrar con su esposa e hijo. En un momento la señora les ofreció una habitación con dos camas para que se recuesten y así lo hicieron.



"Yo junto la puerta, nunca la cierro. Habré dormido dos o tres horas y me levanto y le digo a mi señora 'nos vamos'. Y cuando voy a asearme la puerta estaba cerrada y no se abría, daba vuelta el picaporte y no se abría. En ese momento me abre la puerta la mujer desde afuera y me dijo 'te quedaste trancado'. Yo no le di importancia. Me aseé y toqué un cable y se cortó la luz. Mi esposa empezó a llamar desde la pieza desesperada. Estaba mi teléfono en la pieza y ella me llama al teléfono del sobrino. Le abrí la puerta. Nos pusimos a desayunar. Y nunca nos dejaban solos. Me voy afuera y empiezo a mirar donde estuvimos durmiendo. Y esa habitación donde estuvimos estaba dentro de otra. Cuando miro en un rincón y levanto una lona verde me encuentro con el cajón. Después había otra cama que no quise seguir hurgando", relató.


Cuando el fletero vio el cajón, levantó la tapa y no vio el cuerpo del niño. Lo llamó a su hijo para afuera y le contó y ambos fueron a constatar que era un féretro.

"Vamonos ya", dijeron.


La mujer les parecía ubicada en tiempo y espacio pero les seguía hablando sobre cosas del pasado, de clonar personas, de Bin Laden. Le dijo que se iba y lo llevó a la pieza y le mostró el cajón. "Él es mi hijo", le dijo señalando el féretro. Y le pidió: "ahora andate con mi sobrino al cementerio y buscame el otro cajón que es de mi marido".


"Yo me empiezo a trabar, no sabía qué decirle. Le dije que me iba a buscar el cajón y después buscaba el del niño. Y me fui con el sobrino a Chamical. Estaba parado en una bomba de nafta para ver si veía un patrullero, no veía nadie. La mujer le llamaba al sobrino, preguntaba dónde estábamos, si habíamos podido sacar el cuerpo, de clonarlo. Le dije al sobrino que le diga que fuimos hasta la puerta del cementerio y que llegó la Policía y que nos tuvimos que ir. Y así fue. Nos inventamos eso y ahí él se empieza a dormir y agarro la ruta. Lo dejé en su casa".


Ya en San Juan, aseguró el fletero, él decidió llamarle a la mujer para saber qué estaba pasando y ella le contó una triste historia. Que ella había profanado la tumba del chiquito en Calingasta, que se lo había llevado en la camioneta de su marido a La Rioja y que lo tenía para clonarlo en su casa. Ella le había pedido en una de las charlas que le traiga el cajón a Rawson, en San Juan, porque Bin Laden lo iba a clonar.


El periplo dejó consternado al fletero y su familia. Quería hacer la denuncia inmediatamente. Llamó a la Policía de la vecina provincia y se armó el revuelo.

El sanjuanino nunca vio los perros muertos que los policías encontraron en la casa al otro día, antes de que la Justicia determinara dejar a la mujer en custodia, bajo tratamiento psiquiátrico y mandar el cuerpo momificado del niño al depósito de un cementerio riojano.


"Como católico que soy quería acompañarlos, decirles sí, porque no discrimino a nadie, pero esto me superó, no puedo creerles lo que están viviendo", afirmó.


"¿Y si nos hubieran intentado hacer algo a mí y mi familia?", confesó el fletero que piensa ahora.


La historia del hijo muerto en un incendio y el mausoleo profanado


Cuando surgió la noticia y su posible vinculación con Calingasta, allí las autoridades actuaron para esclarecer el hecho y se destapó una impactante historia.


Fue el Subcomisario de la Comisaría 16°, Julio Albarenga, quien dio detalles en declaraciones a Radio del Valle 101.9, según publicó el sitio Revolución Diario. "Estamos en plena investigación y hay secreto de sumario. Esta causa inició en base a una investigación que se está llevando a cabo en la provincia de La Rioja, aparentemente los restos encontrados en esa provincia pertenecen a una persona que cuando falleció en Calingasta fue sepultada en el Cementerio Municipal. Lo que podemos aportar es que los dueños del mausoleo le prestaron a la mamá de la persona fallecida un lugar porque justamente esta familia no tenía un espacio para los restos en aquel momento, veremos en qué termina", dijo el policía.


Cuando fueron a chequear el mausoleo, el lugar estaba violentado. "Para realizar un traslado de un cuerpo se deben otorgar los permisos necesarios por parte de la Municipalidad de Calingasta, los encargados del lugar desconocen la situación", sentenció el uniformado.



Según corroboró el diario calingastino en diálogo con personas de la familia Torres Gonzáles que es la dueña del mausoleo, hace alrededor de cuatro años atrás, la mamá del niño incinerado pidió las llaves de este lugar para honrar la memoria del hijo que se encontraba en un nicho. Ahora se enteraron de que el féretro no está.


De acuerdo a los datos conocidos el la comuna cordillerana, corría el año 1999, y un incendio mortal entristeció a todos los calingastinos. Una mujer, docente de inglés, vivía en la zona de Alto Verde junto a su pequeño hijo. En horas de trabajo, esta mujer habría dejado al niño de 5 años solo en casa y, por motivos que se desconocen, un incendio terminó con su vida. El cádaver profanado del Cementerio de Villa Calingasta sería justamente de este niño.


También habló el intendente de Calingasta, Sebastián Carbajal: "es un hecho muy raro, realmente no deja de ser macabro. No hay antecedentes en Calingasta de esto, desde el punto de vista médico hay una explicación y tiene que ver con que la psiquis de los humanos responden de distintas maneras, hay veces que los duelos los elaboramos en cuestión de días o nunca, estamos en un caso de patología psiquiatrica donde es probable que la mamá de este niño nunca pudo sobreponerse a esta pérdida e intenta recuperar a su hijo".


Y finalizó: "es un tema poco común que roza lo horroroso y es frecuente desde el punto de vista médico. Los vecinos me comentaron que esta familia vivía a pocos metros del cementerio y que el niño solía jugar en inmediaciones del mismo. Hay que entender a esta mamá y no culpabilizarla, necesita atención psiquiatrica y entender como funciona su cabeza, el juez de la causa dijo que la mujer quería clonar a su hijo".

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