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La deuda laboral pendiente con los proveedores locales en el Proyecto Josemaría

Espacio Cedido a Italo Navarro, propietario de Lavandería Iglesia.

Nota Opinión: A pesar de la magnitud del proyecto minero, los emprendedores locales siguen esperando oportunidades, mientras los servicios son contratados fuera del departamento



El Proyecto Josemaría es uno de los más ambiciosos en la provincia de San Juan, con una inversión multimillonaria y proyecciones de exportación que alcanzan los 19.800 millones de dólares durante su vida útil. Sin embargo, a pesar del impacto económico que este proyecto tendrá en Iglesia, queda una pregunta fundamental: ¿Dónde están los beneficios para los emprendedores y proveedores locales del departamento de Iglesia?



La respuesta es preocupante: a pesar de la cercanía, los servicios necesarios para el campamento minero están siendo contratados fuera del departamento, en la ciudad de San Juan y otras provincias. Esto no solo es una oportunidad perdida para los proveedores locales, sino también una falta de compromiso con el desarrollo sustentable y la inclusión local.


El caso de Lavandería Iglesia es solo uno de tantos ejemplos de esto. A pesar de su capacidad y experiencia, esta empresa local no ha sido seleccionada para ofrecer sus servicios de lavandería al campamento de exploración de Josemaría. Es difícil ver cómo los servicios necesarios para el campamento se derivan a la ciudad de San Juan y otras provincias cuando nosotros estamos aquí, a pocos kilómetros de donde se va extraer el mineral.



La situación plantea una pregunta importante: ¿Cómo puede un proyecto de tal magnitud en Iglesia no estar apoyando más activamente a los emprendedores y proveedores locales? Al generar trabajo dentro del departamento, no solo se fomenta el desarrollo económico, sino que también se asegura un vínculo más estrecho y eficiente entre la operación minera y las empresas que apoyan su funcionamiento diario.


Es fundamental que los grandes proyectos que operan en zonas como Iglesia no solo vean al departamento como un punto de extracción, sino como una oportunidad para hacer crecer a las comunidades locales. Contratar servicios locales no solo refuerza la economía, sino que también crea relaciones más fuertes y comprometidas entre las empresas y los lugares donde operan.


La deuda pendiente con los proveedores locales en el Proyecto Josemaría es un tema que debe ser abordado con urgencia. Es hora de que las empresas mineras asuman su responsabilidad con el desarrollo sustentable y la inclusión local, y que los proveedores locales sean tratados como socios estratégicos, no como pequeños actores en un proyecto monumental.



La comunidad de Iglesia y los emprendedores locales esperan una respuesta concreta y efectiva para esta situación. Es hora de que el Proyecto Josemaría demuestre su compromiso con el desarrollo de la región y con la inclusión de los proveedores locales.


En última instancia, la verdadera medida del éxito del Proyecto Josemaría no será solo en toneladas de cobre exportadas o millones de dólares invertidos, sino en el bienestar y el crecimiento de las comunidades que viven y trabajan en los territorios mineros.


Es importante recordar que el desarrollo sustentable y la inclusión local no son solo responsabilidades de las empresas mineras, sino también de los gobiernos y las instituciones que regulan y supervisan estas operaciones. Es hora de que todos los actores involucrados trabajen juntos para garantizar que los beneficios del Proyecto Josemaría se compartan de manera justa y equitativa.


La situación de los proveedores locales en el Proyecto Josemaría es un llamado a la acción para todos los que creen en el desarrollo sustentable y la inclusión local. Es hora de que se tomen medidas concretas para garantizar que los beneficios del proyecto se compartan de manera justa y equitativa.


En conclusión, la deuda pendiente con los proveedores locales en el Proyecto Josemaría es un tema que debe ser abordado con urgencia. Es hora de que las empresas mineras, los gobiernos y las instituciones trabajen juntos para garantizar que los beneficios del proyecto se compartan de manera justa y equitativa, y que los proveedores locales sean tratados como socios estratégicos en el desarrollo de Iglesia.

1 Comment


Guest
hace 6 días

EVIDENTEMENTE EL GOBIERNO PRVINCIAL,Y SI ES NECESARIO,TAMBIÉN EL NACIONAL,DEBEN TOMAR CARTAS EN EL ASUNTO,MARCARLE LA CANCHA DE QUIENES TIENEN PRIORIDAD A LA HORA DE FUNCIONAR EN INGLESIA COMO MINERA INTERNACIONAL

HAY QUE DEJAR HACER,PERO CON CONDICIONES Y PRIORIZANDO SEMEJANTES INVERSIONES DE EMRESARIOS IGLESIANOS COMO ES EL CASO DE ESTA FIRMA LAVANDERÍA IGLESIA

ÚNICA EN LA REGIÓN Y LA MEJOR DECLA PROVINCIA

ESO NO HAY DESPERDICIARLO

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