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  • Foto del escritorDiario Libre

Los datos políticos que dejó la aprobación del RIGI en San Juan

Las movidas de último momento que terminaron dándole una victoria legislativa al gobernador Marcelo Orrego. El caso Albardón, el ausente, las señales bloquistas y una alianza peronista.


El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones fue aprobado en la Cámara de Diputados con 21 votos positivos, entre los cuales hubo algunas bendiciones peronistas. El gobernador Marcelo Orrego consiguió una victoria parlamentaria dentro de un recinto que arrancó siendo plenamente opositor. De la votación final se desprenden datos cuyo trasfondo político puede marcar directrices. El análisis.


Orrego asumió al frente del Ejecutivo Provincial con 12 diputados, un número bastante lejano al necesario para la conformación de una mayoría que le permita sacar proyectos sin contratiempos. Si su espacio político no teje acuerdos, es muy difícil cosechar éxitos parlamentarios.



Sacar el RIGI nunca representó una tarea simple para el orreguismo, un paquete de medidas de incentivo fiscal a las inversiones mayores a 200 millones de dólares. El RIGI era un parto complicado. Conseguir adhesiones peronistas para aprobar un proyecto nacido de las entrañas del mileísmo constituyó un obstáculo difícil de superar.


Ante las dificultades que iba a presentar en el terreno la aprobación, el gobierno provincial diseñó una movida política que cosechó buenos resultados. A principios de julio, el diputado de la Libertad Avanza, Fernando Patinella, presentó un proyecto de adhesión provincial a la Ley Bases y por ende, al RIGI. Al mismo tiempo, el Ejecutivo dispuso presentar en Diputados un mensaje del propio Orrego solicitando la adhesión al régimen de incentivo. Para el ojo político, no es lo mismo darle el OK a una iniciativa libertaria que a una que cuenta con la gracia del propio gobernador.


Previo al tratamiento de la ley, hubo acuerdo con el peronismo para que el abordaje final del RIGI sea posterior a la interna. A lo largo de poco más de un mes se fueron gestando las primeras alianzas. Era claro que Orrego iba a contar con 13 votos seguros, los propios y el de la Libertad Avanza.


La primera alianza que consiguió el oficialismo provincial fue con el bloquismo, que suma tres votos en el recinto. El bloque liderado por Luis Rueda le venía dando señales al orreguismo. Primero votó en conjunto con Cambia San Juan los nombramientos en el IPEM y posteriormente hubo otra mano para evitar el tratamiento de repudio a la situación de los medios públicos en la provincia.


Los bloquistas se mostraron dispuestos a colaborar y en la votación del RIGI aparecieron con sus manos alzadas en favor del paquete legislativo. Como en política todo está sujeto al análisis de los tiempos y del panorama nacional, no hay certezas sobre lo que pueda suceder en el futuro, pero sí se puede asegurar que el bloquismo se ha transformado en un socio estratégico para el orreguismo.


¿Se terminó para siempre la alianza que el partido de la estrella supo mantener con el peronismo local? Final abierto. La política es amiga de los caminos sinuosos.


Con los votos bloquistas, Cambia San Juan llegaba a los 16 votos. Con dos más abrochaba un empate. Rápidamente consiguió la adhesión del angaquero Marcelo Mallea y del massista Franco Aranda, que dijo durante su alocución en el recinto que no estaba convencido del RIGI pero que la normativa representaba una oportunidad que San Juan iba a poder aprovechar.



El empujón del empate le dio al team Orrego aire para buscar otras voluntades dentro del núcleo duro del peronismo, que en Diputados está representado por el uñaquismo, el giojismo y el gramajismo. Y fue dentro del uñaquismo donde cosecharon el positivo del calingastino Jorge Castañeda, del vallisto Omar “Mengueche” Ortiz y del albardonero Pedro Abagli. El diputado, secretario general de la CGT y del gremio que representa a los obreros de la construcción, Eduardo Cabello, estuvo ausente con aviso. Dijo que estaba a favor del RIGI, pero no levantó la mano en favor de la normativa.


Del caso Albardón se desprende también un análisis. Horas antes del debate, iba a votar a favor del RIGI tanto el diputado departamental Pedro Abagli como la legisladora Cristina López de Abarca. El impulso venía del propio líder político, del intendente Juan Carlos Abarca, alentado por una buena nueva que recibió meses atrás. El Parque Industrial ubicado sobre la Ruta 40 estaba deshabitado. Cuando Barrick dejó las instalaciones que ocupaba, en ese predio solo quedaron oficinas fantasmas. Ante el inminente desarrollo de Josemaría, desde la mega corporación decidieron mudarse de Santa Lucía a Albardón, donde usarán las oficinas que quedaron desocupadas. La primera oportunidad de otras que vendrán, apuntaron desde el círculo de Abarca.


Pero a último momento, hubo un volantazo. Abagli votó a favor y López de Abarca en contra del RIGI. Un raro movimiento que intentó levantar bandera blanca con el peronismo, bandera blanca con Orrego y bandera blanca con la minería. Con los primeros, todo indica que habrá que cicatrizar una herida.


La votación dejó una señal verde para el peronismo. Es que giojistas, uñaquistas y el representante chimbero votaron -en su mayoría- en consonancia. En un tema de tanta trascendencia como el RIGI, hubo unión entre los tres sectores, que fundamentaron en favor del despacho en disidencia que argumentó la diputada Fernanda Paredes con un gran caudal de datos. Se abroqueló el peronismo tras una idea como desde hacía mucho tiempo no lo hacía dentro del recinto.


San Juan se transformó en la cuarta provincia en aprobar el RIGI, detrás de Mendoza, Jujuy y Río Negro. La sesión dejó una victoria para Orrego, que pudo sumar voluntades y rearmar un juego parlamentario que arrancó muy cerrado en diciembre. También expuso una nueva reorganización del peronismo, mostró un bloquismo que selló proximidad con el oficialismo y generó una tropa de diputados departamentales que puede intercambiar fichas.


Fuente: Tiempo De San Juan


Yorumlar


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