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Lo ayudó un sujeto que le tiró un ladrillazo a un policía que lo seguía. Por ese hecho fue condenado.
Uno de los sujetos que el último domingo se fugó de la seccional 2da de Concepción fue visto el pasado miércoles, produciéndose una persecución con resultado negativo ya que logró evadirse con la ayuda de un amigo o conocido que sí pudo ser detenido y que este viernes fue condenado por el delito de atentado a la autoridad.
Javier Emanuel Molina es el delincuente que el miércoles fue divisado por la Policía en el interior del Barrio Cabot de Capital. A última hora del domingo, él y otro reo llamado Carlos Abel Palacios se escaparon de la comisaría 2da (ver aparte). Recién al otro día, a eso de las 14 del lunes, al realizar el conteo de rutina en la seccional se dieron cuenta de que faltaban los dos presos y desde entonces comenzaron a buscarlos.
La siguiente novedad fue el miércoles, cuando alrededor de las 15.40, dos efectivos que realizaban recorridas de seguridad y prevención por el interior del Barrio Cabot divisaron a Molina, quien estaba acompañado por otro sujeto llamado Kevin Emanuel Robledo Bajinay.
Al advertir la presencia del móvil policial, ambos emprendieron la huida hacia el interior del domicilio de Robledo, por lo que se inicia una persecución donde un agente corre detrás de Molina, y es cuando interviene Robledo entorpeciendo la aprehensión del otro sujeto, tomando al policía de sus prendas y rompiéndolas, como así también arrojándole un ladrillo contra su cuerpo.
Ocurrido esto, una cabo que acompañaab al agente intervino evitando que su compañero sea golpeado con el ladrillo y recibiendo ella el impacto en su mano izquierda. Posteriormente se procedió a la aprehensión de Robledo, quien este viernes fue condenado a 6 meses de cárcel. Sin embargo, como tenía una condena anterior, se las unificaron y le aplicaron una pena única de 2 años y 6 meses de prisión efectiva.
LA FUGA
Los investigadores abocados a esclarecer la fuga de los dos reos que estaban alojados en la seccional 2da de Concepción, Capital, creen que un candado mal cerrado facilitó el escape de los detenidos.
Eso señalan en la UFI Delitos Especiales, desde donde ya dispusieron el secuestro de los libros de guardia, de calabozos, oficios judiciales y las filmaciones de las cámaras de seguridad.
El foco de la investigación está puesto en el calabocero, un agente identificado como Brian Murúa, dijeron los voceros.
Según los registros de las cámaras de seguridad, entre las 23.58 y las 23.59 de este domingo se escaparon los reos. Uno se llama Carlos Abel Palacios, condenado a 1 año y 6 meses de cárcel por la jueza Mabel Moya. El otro es Javier Emanuel Molina, castigado a 6 meses de prisión efectiva por la jueza Celia Maldonado.
Los pesquisas indicaron que Palacios y Molina aprovecharon que Murúa, el calabocero, se encontraba en una sala contigua realizando el fichaje a un nuevo detenido que recién ingresaba a la seccional. Cuando el agente volvió a su oficina, a las 0.07 (ya del lunes), la fuga ya se había producido, pero no se dio cuenta.
La información judicial indica que el calabocero cerró la puerta de rejas del calabozo sin la debida seguridad (aparentemente el candado no estaba bien apretado), observándose por las cámaras de seguridad tal situación.
El faltante de los reos recién fue advertida a las 14 de este lunes, al momento de hacer recuento de detenidos. De inmediato se dio aviso a las autoridades y se abrió una investigación contra el calabocero y otros policías de la guardia. Al mismo tiempo, los fugados son buscados.
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